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Quiénes somos
Nace en Zúrich, donde ha vivido los primeros años de su vida, antes de trasladarse a Padua, donde ha realizado sus estudios en lenguas extranjeras. Ha trabajado como acompañante y asistente residente para muchos operadores turísticos en el lago de Garda, en Italia y en toda Europa, viviendo también en Marruecos. En los últimos 15 años ha vivido entre el lago de Garda y Valpolicella.
El interés por el arte y la historia se ha revelado funcional para su actual profesión (o, ¡quizás haya sido el contrario!); actualmente se está especializando en ciencias de Bienes Culturales, porque considera que enriquecerse culturalmente es un placer del que no se puede prescindir.
Adora la buena conversación, los patines y... los opuestos: la cultura asbúrgica y las atmósferas magrebíes, el helado de vainilla con frambuesas calientes, las personas serias que no se toman demasiado en serio.
De espíritu inquieto, apenas alcanza un objetivo, ya piensa en el siguiente, pero siente gratitud "por Sicilia" que le ha regalado un mágico punto de equilibrio. Sufre una pasión incontenible por los zapatos de tacón, que a estas alturas colecciona con resignación (ponérselos para ir a trabajar es pura utopía), por el diseño de interiores, y la escultura de Igor Mitoraj.
Antes o después, se tomará un año sabático para recorrer el mundo, sin tomar nunca un avión.
Lorella habla alemán, inglés y francés.
Nace en Verona, donde siempre ha vivido. Desde niña ha hecho largos viajes veraniegos por Europa, que han ido completando su formación así como - y tal vez incluso más- su licenciatura en Arqueología romana. Considera un privilegio trabajar con personas de ciudades y países diferentes / varios: dice que es como viajar cada día sin moverse de casa y sostiene que eso amplia los horizontes mentales y espirituales.
Desde hace más de 15 años, no pierde ocasión de ver una película por semana, y devora con pasión todo lo que es "de actualidad": un disco de música pop, las últimas colecciones de moda o una exposición de arte se vuelcan en su estilo comunicativo. El agua, en todas sus expresiones, es su elemento vital, que sea la de mar, para nadar en ella, o de la nieve, para esquiar en ella. No le gusta cocinar, pero lo hace de buen grado si es una ocasión para abrir su casa a los amigos, viejos y nuevos.
Le encanta trabajar con niños y chicos, porque lo considera una experiencia fantástica y muy instructiva, y está criando a sus hijos como trotamundos.
¿Su sueño? Publicar un libro fotográfico sobre los grafitis urbanos y el arte callejero.
¿Su lema?
"Inténtalo de nuevo. Equivócate otra vez. Confúndete mejor." (S. Beckett)
Valeria habla inglés y español.
